Cualquiera podría pensar que después de estar
tanto tiempo encerrada, mis piernas son un bosque enmarañado. Pero no. Hay dos
cosas que me prometí: superar lo que tenga que superar, y mantener la piel de mi cuerpo lisa y sedosa
como el cutis de un recién venido al mundo. Por el momento, lo segundo es lo que estoy logrando más eficazmente.